El pozo del guao

Este fué un lugar ideal para disfrutarlos nosotros los jóvenes de ésa época, de un buen baño en el río Aguas Calientes en su paso por El Cambur.

En ese sitio se formaba un gran pozo, ancho y profundo, producto de las lluvias que originaban grandes crecidas en el río y en la quebrada de el guao. Los grandes nadadores: Crisanto, Pancho, Bartolo y otros, se daban la gran vida, y algunos que no teníamos el valor de hacerlo, también disfrutábamos viéndolos desde la orilla.

Recordar esos tiempos, cuando estábamos pendientes del paso del ferrocarril por encima de la quebrada (hoy la autopista regional del centro) y que anunciaba con su pito la llegada al terminal. Nos salíamos del pozo para verlo pasar con su tren de vagones. Era un bonito espectáculo para nosotros.

Luego del baño, algunas veces nos dirigíamos a recorrer la quebrada aguas arriba para conocer los nuevos pozos que se formaban, aunque de menor tamaño que el pozo del guao. En ella veíamos peces carpas, camarones, burras, etc. que aparecían. En visitas recientes al lugar he visto como ha disminuido el caudal de agua en ambos, además de las construcciones de viviendas que se han hecho cerca de su cauce, perdiéndose un poco de ese atractivo que tenía antes, pero a pesar de ello sigue siendo de una belleza ese sector.