Con gran respeto hacia las personas y sus familiares estoy escribiendo estas notas de la vida de ellos, con el fin de recordarlos desde mi adolescencia, de sus vidas y costumbres y que seguramente, las personas que las lean, comprenderán que lo hago sin ánimo de utilizar este medio para descalificarlos. En la medida que recuerde sus nombres, los narraré.
SANTIAGO MONTENEGRO y PEDRO ALVARADO
Esta pareja de amigos vivían muy cerca, eran familiares, alegres en su trato. Cuando solían preparar cuentos y cantar se combinaban, Santiago que perdió la mano derecha por un accidente encendiendo cohetes en una feria patronal del pueblo y Pedro que le amputaron el brazo izquierdo en otro accidente, por utilizarlo sobre la puerta del vehículo que conducía. Decían que fué atropellado por otro; así en esas condiciones se combinaban para tocar el cuatro, instrumento preferido en las reuniones que hacían, mientras Santiago manejaba las cuerdas con la izquierda, Pedro charrasqueaba con la derecha, cantando ambos. Eran muy divertidos y gratos esos momentos.
Santiago, soltero, en su casa improvisó una barbería para cortarles el pelo a los muchachos y algunos adultos (ver foto anterior). Inventó colocarse en su brazo derecho un cubo de cuero y un gancho metálico en la punta para sostener el peine. Convertido en zurdo con la tijera para que de esa forma terminar su trabajo; el costo para ésa época, recuerdo que era de un bolívar si el cliente entregaba su hojilla PAL (marca de entonces). Así preparaba los cortes con destreza. En sus ratos de aficionado a la cacería y a la pesca, decían las malas lenguas, que siempre preparaba sus perros y su escopeta para dirigirse a la montaña, pero que al pasar el río por el guao se internaba en el monte y se escondía en algun mogote que encontraba para tomarse el aguardiente que llevaba escondido en el morral. Al pasar un largo tiempo regresaba a su casa comentando que no había tenido suerte porque ninguna presa se le había atravesado en el camino.
Por su parte, el maestro Pedro, como cariñosamente se le decía, era casado con Angelina Montenegro, hermana de Santiago. Procrearon cinco hijos: Perucho, Juana María, Luis, Elías y Blanca. Era propietario de una bodega a la orilla de la carretera nacional, cuyo nombre era muy original y gracioso "X - boca - cion", en el dibujo la boca era grande y acompañada de sus dientes. En ella vendía artículos de toda variedad, también lo acompañaba un perro bravo a quien bautizó con el nombre de "pregúntale" como parte de ese espíritu alegre que siempre manifestaba y cuando alguna persona le preguntaba por el nombre, entonces él gozaba mucho diciéndoselo.
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